Miguel Covarrubias se hizo famoso por sus trabajos para revistas norteamericanas como Vanity Fair y Vogue, pero también realizó muchas ilustraciones para libros. Los dibujos en gouache y acuarela "Jungle Scene" y "Paisaje exuberante" son un ejemplo destacado de este formato, ya que sus características son similares a las de la imagen que el artista pintó para la portada de la novela "Green Mansions" (1936), de William H. Hudson, la historia de un joven en las selvas de Guyana. Podemos suponer que estas imágenes son el resultado de los viajes que Covarrubias hizo durante esos años a Bali –donde permaneció nueve meses junto a su esposa– y otros lugares selváticos del Pacífico, como el istmo de Tehuantepec. Específicamente, es posible sostener que en este caso lo inspiraron las selvas de México, ya que vemos un árbol del género cecropia y flores del tipo heliconia, ambos nativos de la región tropical de América. El tema de la selva aparece con frecuencia en la obra de Covarrubias, al igual que en la de otros artistas latinoamericanos de la época, como un símbolo de lo americano. En muchos proyectos artísticos posteriores a la Revolución Mexicana (1910-1920) vemos el paisaje representado también como símbolo de la nación.