Flores

Nacido en 1863 en Valencia, España, Joaquín Sorolla y Bastida quedó huérfano a la edad de dos años a causa de un brote de cólera que sacudió a España en 1865. Fue criado junto con su hermana por su tía y tío maternos, quienes desde temprano entrevieron el talento en bruto de un Sorolla imberbe y lo animaron a estudiar en la Escuela de Artesanos de Valencia. Años más tarde sería admitido en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos.

En 1885, gracias a una beca, viajó a Italia para estudiar pintura durante cuatro años en la Academia de España en Roma, donde el pintor español Francisco Pradilla y Ortiz —director de la Academia en ese momento— se convirtió en su mentor. En este periodo también visitó París, ciudad que le concedió su primer acercamiento al trabajo de Jules Bastien-Lepage y Adolf von Menzel, de quienes tomaría inspiración para sus futuras obras. De vuelta en Italia, Sorolla adquiere una pincelada larga y canaliza su atención a la luz natural, características que definirían los siguientes años de su producción artística. La obra Flores pertenece a esta etapa de aprendizaje, en la que se enfocó en obtener una interpretación auténtica del delicado movimiento de las figuras y en cómo los cambios en la intensidad de la luz pueden modificar colores y formas.