El universo culinario de Ferran Adrià se empieza a vertebrar alrededor de la voluntad de profundizar en elBulli como restaurante gastronómico. Juli Soler, Ferran Adrià, Albert Adrià y Oriol Castro rompen –y reconfiguran– las convenciones culinarias y gastronómicas al observar todos los constituyentes del entorno de manera crítica y analítica, con el fin de establecer nuevas relaciones entre elementos que no se habían vinculado hasta entonces.
Esta creación forma parte de algunas de las elaboraciones y aportaciones más significativas de la historia de elBulli, con el número de elaboración y el año de su creación.