Desde la antigüedad, todos los municipios romanos se regían por la misma ley, a la cual el emperador Domiciano dio su versión final. Esta nos ha llegado prácticamente completa gracias al descubrimiento de la ley del Municipium Flavium Irnitanum, una pequeña ciudad cerca de Osuna (Sevilla).
El descubrimiento de otras inscripciones similares pertenecientes a los municipios Malacitani, Salpensani, Villonensis y Ostiponensis, ha permitido conocer que todos los municipios se regían por la misma ley, la cual regulaba la vida municipal en todos los aspectos.
El fragmento que conocemos de la Lex Italicense corresponde en parte con el contenido de las rúbricas 90 y 96 de la Lex Irnitana, y se ocupa específicamente del señalamiento de los juicios, y la multa que debe pagar quien a conciencia actuara contra la ley.
Hoy se exhibe en la colección privada de Condes de Lebrija en Sevilla.