Fray Lope de Barrientos -obispo de Segovia, Ávila y Cuenca- nació en Medina del Campo Hacia 1382. Fue consejero y canciller mayor del Reino con Juan II, preceptor de Enrique IV durante su minoría de edad y responsable de la educación de la jovencísima infanta Isabel, la futura Isabel I de Castilla. La escultura está realizada en alabastro y conserva buena parte de su policromía original. Las ropas y adornos están trabajados con gran minuciosidad. Lope de Barrientos murió a edad muy avanzada y el rostro es un verdadero retrato, posiblemente realizado a partir de una mascarilla funeraria en cera. El perro dormido a sus pies es una alegoría de la fidelidad. Antes de morir el obispo Barrientos encargó la construcción del Hospital de la Piedad en su villa natal y dejó escrito en su testamento, redactado en 1454, el deseo de ser enterrado en medio de la capilla mayor de la iglesia, bajo esta escultura funeraria. Esta referencia ha llevado a los expertos a considerar esta obra como la más antigua representación en actitud orante de época tardogótica.