El Imperio, España y Holanda acuerdan una alianza, una «liga», según la inscripción de Boileau y Racine, término sustituido por el de «alianza» en el siglo XVIII. El Imperio domina; su águila heráldica clava las garras en la pata del león holandés «para hacer saber que el socorro que le prestaban le costaba caro»; España se quita la máscara; las armas se forjan a la izquierda, mientras que las tropas se preparan a la derecha, como indican las inscripciones latinas. Nos encontraremos a los herreros huyendo en desbandada y con las armas esparcidas por el suelo en la composición simétrica, al otro extremo de la galería, del lado del Salón de la Paz.