En 1972, una agencia publicitaria le comisionó al artista barranquillero la elaboración de tres avisos publicitarios para diferentes periódicos de la ciudad. A partir de esta experiencia, el artista decidió declarar públicamente que esas imágenes que publicitaban el café de Colombia eran una obra múltiple de su autoría y que serían firmadas gratuitamente a los interesados. Esa oportunidad le permitió a Barrios reflexionar sobre las condiciones de exhibición y comercialización de las obras de arte que limitan los alcances del trabajo de los artistas. Siguiendo con esta reflexión, desde 1974 el artista comenzó a realizar obras específicamente pensadas para insertarse dentro de periódicos, revistas o volantes. A partir de la utilización de la infraestructura de los medios masivos, el artista logró realizar y distribuir miles de copias de su trabajo y difundir las obras de arte a un público que no tiene acceso a piezas únicas.