En los jardines de la Quinta del Pardo, pasea Isabel II con su hija la infanta Isabel, "La Chata", entonces Princesa de Asturias, que ostentó este título hasta el nacimiento de su hermano Alfonso en 1857. La niña lleva un aro y palito para jugar, tanto la madre como la hija van vestidas a la moda con traje de paseo y totalmente desprovistas de atributos regios. Son seguidas por la Marquesa de Novaliches, aya de la niña desde su nacimiento hasta 1857, un jefe militar y unos criados. La litografía, que destaca por su gran calidad y que puede compararse a las que se producían en los mejores establecimientos franceses, está enmarcada, en un soporte secundario, por una orla con casetones y escudos de flores de lis, leones y castillos, haciendo referencia a la dinastía borbónica y a los reinos de Castilla y León.
La temática de esta estampa resulta excepcional dentro del ámbito español, ya que muestra un aspecto de la vida cotidiana y de los valores familiares de la monarquía, mostrando una nueva sensibilidad. Muy similiar a esta litografía es el cuadro de Francisco Javier de Mendiguchía "Paseo de la Princesa de Asturias" (Patrimonio Nacional, Inv. 10079378).
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