El célebre artista del Siglo de Oro neerlandés, Hendrik Gerritsz Pot fue retratado por los pinceles de Frans Hals. Destacó por sus escenas de género: figuras en solitario, campesinos, mujeres en plena faena, tabernas, fiestas y mercados que convivieron con las obras de «alegre compañía».
Aunque en 1632 sus retratos le valieron el aplauso de los ingleses y lo llamaron a pintar efigies reales, el personaje de esta tabla es más que un anciano bebedor. La figura alegórica reúne el gusto con la copa de vino, y la vista con el cristal transparente; el afán de plasmar con crudeza las líneas de expresión muestra la vejez en oposición a la juventud, y acentúa la ausencia de belleza en una crítica por la «vanidad de vanidades». Hugo de san Victor en su De intitutione novoitiarum escribió: Como taberneros, alargan el paladar de la boca a las espitas del vino, para distinguir el gusto.