Esta obra explora la idea de decadencia y cómo el paso del tiempo erosiona y desgasta lo que antes era sólido y permanente. Además, se analiza su relación con el paisaje cotidiano y cómo las obras de paisaje han reflejado esta temática en la historia del arte. A pesar de la decadencia y destrucción, la memoria y el legado de las construcciones pueden perdurar y ser perpetuados, y ser representados en las obras de arte paisajístico.