“Interpretaciones al retrato” es una de las series más personales de Serrano y la única en la que trabajó a lo largo de toda su carrera, tras iniciarse en ella en 1955, al final de su etapa uruguaya. Desde presupuestos expresionistas abordaba el tratamiento de un género más asociado a lo académico y en los no buscaba tanto la exactitud en la representación física como captar la personalidad del retratado. Aunque en la Interpretación al retrato de Juana Francés no se observa su característica gestualidad expresionista, Serrano se mantiene fiel a su personal modo de entender el género del retrato, presentando unos rasgos suaves con los que da forma a su barbilla y respingona nariz. Se podría decir que el gesto lo aplica Serrano de manera muy contenida al representar su boca, reducida a una minúscula incisión en sentido horizontal que de tan pequeña parece imposible poder hablar con ella; esa gestualidad contenida aparece también en sus ojos, de mirada triste, a los que dibuja de nuevo con un objeto punzante. En ambos rasgos se observa un poso de melancólica introspección: dulzura no siempre es sinónimo de despreocupada felicidad. Es únicamente en su cabello, recogido en una coleta, y en su cuello donde se observa el característico gesto de Serrano al trabajar el barro.
¿Te interesa Visual arts?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.