Este tipo de escudos oblongos se usaba entre los llamados grupos paganos de Filipinas y solían estar cubiertos con dibujos geométricos incisos en negro o con incrustaciones de concha y con los bordes y, en ese caso, el umbo, decorados con pelo humano procedente de enemigos muertos.
Los motivos que tiene incisos son comparables a los que se encuentran en otros objetos fabricados por este grupo, como son los diversos tipos de contenedores de bambú, los textiles o instrumentos musicales. Son una representación simbólica de su mundo: la comunidad, en una imagen abstracta de sus miembros unidos por las manos y los pies; de sus viviendas, animales, de los relámpagos, nubes, el sol, la luna y las estrellas, que son una parte importante de sus creencias animistas.
Este ejemplar formaba parte de los objetos de la Exposición General de Filipinas, que tuvo lugar en el Parque del Retiro de Madrid en 1887.