La cripta, también conocida como catedral vieja, se organiza en torno a un pilar con ocho columnas adosadas sobre el que se asientan los arcos que sustentan las bóvedas de su deambulatorio. Sobre este gran pilar se asienta también, en el piso superior, el parteluz del Pórtico de la Gloria, una organización espacial que sigue modelos del primer gótico francés.
Además de formar parte del Pórtico de la Gloria en lo estructural, la cripta también participa de su programa iconográfico, pues simboliza el mundo terrenal, previo a la Gloria, que se representa en el nivel superior y que, al contrario de este, necesita de los astros para iluminarse, lo que explica que las bóvedas de los tramos centrales del transepto tengan por clave sendos ángeles astróforos que portan, respectivamente, el sol y la luna.
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