Es de mi interés particular representar a la Ciudad de México con un carácter simbólico actual, a partir de elementos arquitectónicos fácilmente reconocibles y a su vez hacer una conjunción de esta contemporaneidad del paisaje urbano con la presencia del antiguo dios del agua celeste Tláloc, este dios como se puede apreciar está conectado a través de una red de tuberías (que representan el Sistema de Aguas) con toda la ciudad, ya que hoy en día al menos aquí en el D.F. la idea de agua ya no se observa tanto en cascadas o ríos sino más bien a través de la llave, a su vez el agua es fuente de vida, y es por eso que de forma voluntaria emana de la boca de Tláloc el cordón umbilical que conecta con los seres humanos, en la etapa más pura a través de la cual todos pasamos 9 meses de nuestra vida, el inicio de nuestra existencia fue en un ambiente rodeado de agua, existimos gracias al agua. Somos agua.