Tal como se puede leer en la dedicatoria del cuadro, Arcadi Mas i Fondevila (Barcelona, 1852 – Sitges, 1934) regaló El paisaje de Granada a Santiago Rusiñol en recuerdo de la estancia que los amigos hicieron a la ciudad de la Alhambra entre el otoño de 1895 y el inicio de 1896. Como compañeros de viaje tuvieron a Miquel Utrillo y a un joven pintor llamado Macari Oller, que Rusiñol había conocido en París. La expedición a Granada había sido motivada por el interés de Rusiñol por volver a ver los paisajes y la luz que tanto le habían fascinado ocho años atrás, durante su primera visita.
Rusiñol y Mas invirtieron buena parte de su tiempo en pintar los escenarios al aire libre que les brindaba la ciudad. El Patio de la Alberca, la Alhambra, o el Patio de la Acequia, en el Generalife, fueron algunos de los lugares que Rusiñol plasmó en sus cuadros en la ciudad.