Con la producción más específicamente paisajística desarrollada por Antonio del Castillo durante sus últimos años, se ha relacionado esta obra que presenta a San Juan Bautista niño dormido junto al cordero que lo identifica bajo un árbol al que están encaramodos unos angelillos músicos que tocan la viola de gamba y otros dejan caer flores acompasando su sueño. Al fondo, se desarrolla en lontananza una vista de la ciudad de Córdoba, mientras sobre el cielo vuelan unas aves.
You are all set!
Your first Culture Weekly will arrive this week.