LAVATORIO es un objeto registro de la performance ¿Cuánto vacío puede llenar un mueble? En esa acción adopto forma de muebles caseros como rutina de entrenamiento físico. La pieza que presento es parte de un grupo de cinco momentos que intento trasladar a objetos que evoquen la performance que los originó. Las poses-muebles que corporizo son lavatorio, silla, mesa, pantalla y cama en alusión a una jornada doméstica. En la obra alterno flexiones con momentos de relativa quietud en los que sostengo mi cuerpo en un estado ansioso de tensión contenida. La inquietud no es deportiva, sino una estrategia para sobrellevar el no poder hacer, sin sentirme por ello desorientada, pensando en cuánto de la identidad pasa por lo que hago, si acaso, soy producto de mi quehacer y quién soy sin poder hacer. Por ello muto mi naturaleza humana y mi sensación disfuncional, a la de los muebles. Y sin hacer, detenida, sigo haciendo, haciendo de, dando entidad
de cosa viva a lo que se le atribuye función.
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