Probablemente fue utilizado por Gargallo (que se ocupó repetidamente de la imagen del arlequín, tanto en escultura -existen tres broches en plata, tres cabezas, nueve máscaras y, además de las dos con flauta, la figura completa de Arlequín con mandolina, 1925- como en muy diversos dibujos e incluso en una de las cuatro puntas secas que grabó, Cabeza de arlequín, 1928, en este catálogo) como modelo básico para realizar, por ampliación, el Gran arlequín, 1931 -cuyas plantillas se incluyen en este catálogo-, que supone un notable avance técnico si consideramos la mayor complejidad conceptual y formal de su ejecución, logros anunciados ya en este pequeño, e incluso el notable incremento de las dificultades materiales a superar, puesto que la versión ampliada está resuelta con muy gruesas planchas de hierro.
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