Durante los reinados de Carlos I y Felipe II se realizan diversos catálogos de Antigüedades, y Cástulo merece la atención de autores como Gregorio López Pinto, que en su “Historia apologética de la muy antiquísima ciudad de Cástulo” describía el yacimiento indicando el fuerte amurallamiento del mismo y localizaba cuatro puertas principales de acceso a la ciudad situadas en los cuatro puntos cardinales, al igual que representa uno de los últimos edificios construidos en Cástulo, la ermita de Santa Eufemia, dedicada a la adoración de esta santa tras la falsa atribución de su martirio en la ciudad por parte de Jerónimo Román de la Higuera a finales del siglo XVI.