Gonzalo Brañas solicitó al Laboratorio de Automática poder desarrollar un magnetógrafo, aparato que permite registrar las fluctuaciones del campo magnético terrestre. Se trató de un aparato portátil más moderno y fiable que permitió superar los inconvenientes de los métodos y aparatos anteriores, basados en cámaras fotográficas. Acutalmente se conservan dos ejemplares en el Museo Torres Quevedo.