Darío de Regoyos está considerado como el principal impresionista español. Su paso a la modernidad se dio por la especial vinculación que en las décadas de 1880 y 1890 mantuvo con centros renovadores como Bruselas y París. En la capital belga se estableció en 1879 para continuar sus estudios de pintura. La presente obra es una de las primeras que ejecutó a su llegada, y describe un momento de intimidad de dos de los miembros de la familia en cuya casa se alojó: la madre sostiene en sus brazos a la pequeña Emma Bogaerts, a la que el pintor retrataría en varias ocasiones durante los años siguientes. En la elección del encuadre y en el manejo contrastado de la luz se advierten ya los deseos innovadores del joven Regoyos.
Mikel Lertxundi Galiana
Número de inventario: GFA-005372-001