Decoración pictórica que ocupa los dos tramos rectos de la bóveda de cañón de la capilla mayor, la bóveda de cascarón y las columnas del triforio, llegando hasta el crucero y el cimborrio. Pintada originalmente en 1604 por Juan Bautista de Celma, fue repintada por diversos artistas a lo largo de los siglos, siendo la actual atribuida a Gabriel Fernández en el siglo XVIII.
Destaca por la profusión de motivos dorados sobre fondo azul, que anuncian el rococó, entre los que se encuentran numerosos ángeles portando estandartes, instrumentos, coronas y distintos emblemas jacobeos, con los que destacan la importancia del lugar que sobrevuelan: el sepulcro del Apóstol.
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