Este fragmento de pintura mural con la escena de la Santa Cena decoraba originalmente la parte inferior de la capilla de Santa Catalina de la Catedral de Santa Maria de la Seu d'Urgell e ingresó en el Museo en 1933. La representación de la Santa Cena se organiza a lo largo de una mesa rectangular con los apóstoles detrás, excepto Judas Iscariote, el traidor, que está representado delante y con el rostro de perfil. Centra la composición la figura de Cristo bendiciendo y ofreciendo el pan a Judas, y el apóstol Joan, al lado derecho de Jesús, que duerme plácidamente con los ojos cerrados apoyado encima la mesa. Esta Santa Cena pertenece a un conjunto, hoy disperso, formado por la escena del martirio de Santa Catalina, conservado a la Fundación Abegg-Stiftung de Riggisberg, Suiza, y por la escena de la disputa y arresto de la santa, conservada en el MNAC. La paleta pictórica del pintor está basada en los colores tierra disueltos tanto a la cal como al temple, reforzados con pinceladas de rojo intenso obtenido del cinabrio que ayuda a modelar los pliegues de los vestidos de muchos personajes. La representación de la Santa Cena es un claro exponente de transición entre dos estilos: por un lado se ven algunas características del primer gótico lineal, especialmente en las líneas que definen el contorno de los cuerpos y en el aumento del dinamismo de las figuras y, por la otra, todavía conserva características propias de la tradición tardorománica, sobre todo con las derivadas de la renovación del arte del 1200 como los tipos faciales diversificados, las luces y las sombras en los rostros o las pequeñas transparencias en los vestidos.
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