Onorúame, Dios Madre y Padre, dador de la vida. La gente suele comer maíz, frijol, calabaza y quelites todo el año, pero en fiesta se sacrifican animales para que la gente coma carne. Toda la vida se hace con sacrificio, y ese sacrificio se ofrece a las fuerzas creadoras primero. Alimentarnos es un acto sagrado.