Panel de 35 azulejos planos pintados que representan a San Francisco de Paula de pie con su bastón entre dos arbolillos. A su izquierda, en lo alto, aparece un sol de rayos flameantes con una inscripción.
Toda la composición imita a un cuadro con su marco de caña lisa azul interrumpida por macollas de hojarascas y rosetas doradas. El dibujo está realizado en negro y sombreado en ocre tierra y ocre dorado. Montado sobre cemento.
El azulejo plano pintado se produce en España desde el siglo XVI. Tras un periodo de importante decadencia del azulejo, en el siglo XVIII renace con nuevos modelos iconográficos: cacerías, escenas galantes, cuadros devocionales que se aplican especialmente a azulejos de propio, a los de tipo Delft, a la señalización de barrios y calles y a los azulejos de contrahuella.