Vasija-filtro para agua

Se trata de una vasija-filtro para agua cuyo recipiente superior es piriforme de espalda plana con decoración en su boca en forma de cresta de molduras con venera central y tapadera. En su parte inferior presenta un pequeño grifo de metal que facilitaba la salida de agua hacia otro recipiente con forma de lavabo. La pieza está vidriada en blanco con decoración de motivos vegetales en azul.

En el Museo dos Biscainhos de Portugal existe una pieza casi idéntica fechada a finales del siglo XIX y que fue fabricada en la Fábrica da Bica do Sapato de Lisboa. Se desconoce si se trata de una pieza fabricada en un alfar trianero imitando modelos e iconografías de origen portugués o, en cambio, pudiera tener su origen en la fábrica lisboeta mencionada.

Estos objetos eran utilizados tanto para almacenar el agua como para depurarla a través de elementos filtrantes que se depositaban en su interior. Con estos filtros se consigue una mayor higiene en el consumo de agua y se evita la propagación de muchas enfermedades. Ésta en concreto es una pieza destinada a un hogar de clase media o alta, ya que cuenta con una rica decoración y factura.

Estos filtros, sobre todo cuando estaban ricamente decorados, solían estar ubicados en las zonas más públicas de la casa. Frecuentemente en el comedor para facilitar su utilización durante las comidas pero a veces también en el zaguán con la finalidad de lavarse las manos.

Esta pieza representa la evolución que sufre la producción de la cerámica desde el siglo XIX, que pasa de un trabajo artesanal, en el que la mayoría de las piezas se modelaban a torno, a una producción industrial, incorporando elementos como los moldes, la cocción en hornos botella o la decoración con estampaciones, que posibilitan una fabricación en serie. Sin embargo esta pieza, aunque fabricada de manera industrial, aún mantiene el recuerdo del trabajo artesanal ya que su decoración se ha realizado pintada a mano, técnica que se mantuvo en las fábricas de cerámica hasta finales del siglo XX.