El Pórtico de la Gloria, obra cumbre de la historia del arte medieval, es el espacio central del cierre occidental ideado por el Maestro Mateo, y consta de un área cubierta por bóvedas de crucería cuadripartita, con tres grandes arcos que dan acceso a cada uno de las naves, coincidiendo con el ancho de estas. Sirve como nártex para la Catedral de Santiago, y estuvo abierto a la Plaza del Obradoiro hasta el siglo XVI, cuando se cierra a través de dos grandes puertas.
Su programa iconográfico gira en torno a la Segunda Venida de Cristo y al Apocalipsis de San Juan, que se inicia en la cripta con el mundo terrenal; se desarrolla en los arcos con el Limbo, la Segunda Venida de Cristo y el Juicio Final, y en la contra fachada con el Ordo Prophetarum; y se remata en la tribuna con la Jerusalén Celeste. Las figuras muestran una clara evolución desde el arte románico, con esculturas hieráticas y rígidas, hacia los principios del gótico, acentuándose, entre otras cosas, la expresividad en los rostros.