Este cartel monocromo de carácter simbolista y líneas sinuosas plenamente modernistas fue diseñado por Miquel Utrillo (Barcelona, 1862 - Sitges, 1934), para anunciar el estreno de la ópera La Fada, un poema de Jaume Masso i Torrents inspirado en una leyenda pirenaica i musicado por el maestro Enric Morera.
La representación de La Fada tenía como objetivo contribuir a la consolidación de la ópera catalana. La ópera fue un género muy querido por los modernistas que lo veían como una muestra de Arte Total.
Para este proyecto Rusiñol contó con la ayuda de muchos de sus amigos porque además de Massó y Morera autores de la obra, Utrillo hizo el cartel y junto con Antoni Mirabent y Soler se encargó de la escenografía; Alexandre de Riquer dibujó el programa, Massó con la ayuda de Pompeu Fabra enseñó a pronunciar en catalán a los cantantes italianos y Lluís Labarta, diseñó los figurines.
El estreno el 14 de febrero de 1897 en el Casino Prado fue uno de los actos centrales de la Cuarta Fiesta Modernista. Contó con la presencia de la intelectualidad catalana y tuvo gran eco en la prensa del momento.