Las raederas más antiguas aparecen en el Paleolítico inferior. Son herramientas realizadas a partir de pequeños fragmentos de cantos de río u otro tipo de piedras o lascas. Su uso está relacionado con el trabajo de la piel y de las materias vegetales. Tienen uno o varios de sus bordes tallados, creando un filo regular y continuo que se usa para raspar, cortar o raer a modo de cuchillo. Las huellas encontradas en algunas raederas indican que han sido enmangadas a un astil con una cuerda o piel.