La historia de la Quinta de Bolívar se remonta a 1670, cuando el bachiller Pedro de Valenzuela donó a la ermita de Monserrate 100 varas castellanas de tierra, ubicadas en el sitio llamado La Toma de la Aduana. En 1800, el capellán de Monserrate vendió el predio a José Antonio Portocarrero contador principal de la renta de tabaco de Santafé. El nuevo dueño construyó una quinta campestre que arregló para agasajar en su cumpleaños a la esposa del virrey Antonio Amar y Borbón.