Altura: 36 cm. Anchura media: 16 cm. Profundidad: 21 cm. Esta pieza constituye uno de los escasos ejemplos que ilustran los inicios de la retratística romana en Hispania. Pertenece a un hombre anciano que mira a lo lejos y distiende los labios finos en una sonrisa. El tiempo ha dejado una profunda huella en su rostro, patas de gallo, arrugas y pliegues que tampoco faltan delante de las orejas y en el cuello. Pelo corto y escaso del que sólo se señalan las puntas, mientras que unas entradas profundas se abren sobre la frente. Mantiene la tradición del realismo republicano, si bien adscrita a una corriente artística culta, que vincula la obra al retrato romano urbano. Fue hallado en la antigua ciudad de Asta Regia, situada a 11 km. al noroeste de Jerez, uno de los yacimientos más destacados de la zona desde época tartésica.
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