Justus Sustermans inició su formación artística en Amberes con el pintor Willem de Vos y en París con Frans Pourbus el Joven. En 1620 viajó a Florencia con un grupo de tapiceros franceses a petición de Cosme II de Médici, gran duque de Toscana. En 1621 Sustermans fue nombrado pintor de la corte de los Médici, donde se afincó como retratista oficial por el resto de su vida.
Esta obra presenta, en un entorno oscuro, a Matías de Médici, hijo de Cosme II y de María Magdalena de Austria. El retrato de busto del Museo Franz Mayer mana de una pintura de mayor formato en la que el personaje se exhibe de cuerpo entero con un paisaje de fondo. La armadura y la vestimenta son iguales en ambas pinturas y las dos presentan referencias al periodo en el que el príncipe combatía en la tercera fase de la Guerra de los Treinta Años. Debido a que fueron pocas las obras que Sustermans fechó, la cronología de su producción artística se basa en la edad aparente de los modelos identificados en sus retratos.