Ruth Fuentes Aguilar Sagüez, la hija mayor de Rafael, trabajó con él muy de cerca y aprendió el oficio de la fotografía y el retoque.
Al casarse, Ruth viajó a su nueva residencia en la Ciudad de México y regresaba a Puebla para ayudar a su padre. Fue ella quien quedó al frente del estudio cuando Rafael ya no podía caminar y se vio obligado a retirarse.