Retrato de un hombre

El padre de Frans, Pieter Pourbus (1523- 1584), también fue un célebre retratista en la corte flamenca del Humanismo. El joven se formó a su lado y bajo la directriz de Frans Floris (1517-1570), para luego viajar a Gante con la hija de su mentor, Suzanna Floris, con quien procreó a Frans II al tiempo que completaba sus estudios en Brujas. Recibió una insignia de la Guardia Civil flamenca por ciertos méritos militares que, al parecer, ocasionaron su muerte a los 36 años. Casado en segundas nupcias con Anna Mahieu, se rodeó de un importante círculo de colaboradores entre quienes destacaron Geldorp, Gortzius, Bresson y Cobbe.
Célebre por la grandilocuencia y severidad en la expresión de sus retratados, Pourbus tuvo una amplia clientela entre la aristocracia y burguesía flamencas. El espíritu reformista de su tiempo –con la austeridad que dictaban los preceptos calvinistas– se refleja en una prolífica obra que hoy se encuentra en muchas de las grandes pinacotecas del mundo.
Retrato de un hombre en la colección de Museo Soumaya, con cuello escarolado o lechuguilla, ofrece la imagen de un personaje de mediana edad que ha sido trabajado con delicado manejo de luz y sombra para definir las líneas de expresión que resultan en un semblante melancólico.
Sobre un fondo de cafés y ocres, el caballero exhibe el perfil derecho con la fuga de su mirada hacia el extremo superior izquierdo de la tabla, al tiempo que el otro se matiza en tonalidades más oscuras para imprimirle cierta introspección.
Es muy probable que se trate de un comerciante antuerpiense que, en opinión del especialista R. H. Wilenski, correspondería al tipo de encargos que hicieron famosa a la dinastía Pourbus en el norte de Europa.