Únicamente se conserva la tabla principal de este retablo dedicado a santa Bárbara y que Joan Gascó contrató el 25 de noviembre de 1516 para la capilla de Santa María de la Pietat de Vic. En esta ocasión, el pintor ofrece un prototipo de personaje femenino de ascendencia italianizante que empleará bastante a lo largo de su producción pictórica y que le alejó de las primeras fórmulas tardogóticas, sobre todo por el espléndido modelado de la figura conseguido por un magistral uso del color. También cabe destacar el respaldo del trono del fondo, en forma de hornacina, que le aparta de soluciones gotizantes anteriores y que encontramos en otras obras gasconianas, como por ejemplo el Santiago de la predela del retablo de la capilla de San Juan del convento de la Mare de Déu del Carme de Vic (MEV 20781).
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