Atribuido a Domingo A. de Uzal por su similitud con el retrato que realizó del Arzobispo Francisco Blanco, pero existen dudas de que pudiera pertenecer a su maestro García de Bouzas o a otro de sus discípulos, Manuel Arias Varela.
Se representa la aparición de Santiago en la Batalla de Clavijo, cuando acudiría en ayuda de las tropas de Ramiro I en la pelea contra los sarracenos que habría tenido lugar en el año 859. El Apóstol aparece ataviado de peregrino, rodeado por una amplia capa roja, sobre un caballo blanco. En la mano izquierda sujeta el estandarte de la Orden de Santiago mientras que con la derecha ataca con una espada al enemigo que huye a los pies del caballo.
En el año 2001, durante su restauración, se descubrió en la capa inferior una pintura previa con la representación del cardenal Gil Álvarez de Albornoz a caballo en plena batalla.
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