Esta tabla de forma irregular, según Serrera (1976) por formar parte de un realejo, representa a Santo Tomás de Aquino y Santa Catalina de Siena, ambos santos dominicos. Aparecen vestidos con el hábito de la orden, arrodillados ante la visión, en rompimiento de Gloria, de Jesús Crucificado rodeado de una corte de ángeles. El santo se representa con rasgos de una persona joven, con tonsura monacal y portando en la mano derecha la pluma de ave para indicar la importancia de su doctrina. Santa Catalina aparece con dos de sus atributos más comunes como son la corona de espinas y el corazón que sostiene en su mano derecha.