CARLOS MARTIEL, nacido en La Habana, Cuba, en 1989, utiliza la performance como lenguaje para resaltar la violencia legal, simbólica y cotidiana que opera sobre las personas racializadas. Su obra se caracteriza por una profunda reflexión sobre la negritud en el marco del proyecto colonial occidental, confrontando la desnudez, la esclavitud y la exhibición pública del cuerpo negro como referencias que retoman las estructuras que guían la subyugación racial. Asentamiento (2012) es una performance en la cual el artista aborda lo que el historiador Manning Marable ha conceptualizado como apartheid global, involucrándose en una solidaridad transfronteriza que alude al sentido permanente de no lugar que experimentan los negros dentro del neoliberalismo. Como sugiere el título, la obra apunta a las implicaciones raciales en el establecimiento de las políticas migratorias actuales, que dan testimonio de la perpetuación de garantías desiguales de vida, seguridad y vivienda para los inmigrantes del Sur Global.
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