Los trabucos son armas de fuego de calibre grueso con un cañón corto y normalmente acampanado que se carga por la boca del cañón con una bala de plomo y se dispara mediante el uso de una llave de chispa. Los cañones podían estar hechos de bronce o acero, pero su acampanamiento no era para incrementar la dispersión de los perdigones sino para facilitar la carga del arma. Habitualmente se cargaban con perdigones.
Se utilizan desde el siglo XVIII y no eran armas muy precisas para disparar a un solo blanco. De ahí que fueran utilizadas en abordajes y batallas navales por ser combates de más corta distancia. Iban montados en embarcaciones pequeñas o menores.
Éste en concreto también se denomina trabuco de borda. Está fabricado en Barcelona y va montado sobre una horquilla de hierro.