Probablemente estas pinturas provienen de la ermita de San Salvador de Tarazona (Zaragoza). El estilo y el formato certifican que formaron parte de la predela de un mismo retablo, pero no se sabe qué pasó con el resto del conjunto.
Ambos compartimentos muestran la representación de una santa. Las figuras están sentadas en tronos de formas góticas realizados con la técnica de pastillaje de yeso dorado que reaparece en los nimbos y en otros detalles secundarios. Las santas visten túnica y manto de pliegues generosos, tubulares y quebradizos, especialmente profusos en la parte baja.
La tabla presenta a santa Ágata de Catania, que aparece con la palma martirial y una copa que, en su interior, contiene los dos pechos que le arrancaron durante su tortura.
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