El nártex del Pórtico de la Gloria tenía a Occidente una fachada que, al tiempo que completaba, era también el hastial de la catedral compostelana. En dicha fachada no hubo hojas en sus puertas hasta que, entre 1520 y 1521, se desmontaron las puertas medievales y sus estatuas-columna. Las que representan a los reyes David y Salomón se colocaron a principios del siglo XVII en el pretil de la logia que remata la gran escalinata barroca de la plaza del Obradoiro, David a la izquierda y Salomón a la derecha. Su parte posterior fue retallada con poca fortuna para tratar de dar continuidad a los pliegues del manto, la zona del asiento se dejó lisa y en su parte inferior se grabaron rótulos identificativos.
Son dos espléndidas esculturas sentadas sobre sillas de tijera cuyos extremos rematan en cabezas de león. Poseen quebrados y abundantes pliegues que producen un fuerte claroscuro especialmente en la parte inferior. La figura de Salomón resulta menos armoniosa ya que, en 1729, su cabeza fue destruida por un rayo y la que se colocó en su lugar es torpe, pesada y desmerece el resto de la figura. Esta escultura muestra la palma de su mano diestra orlada por el manto y la izquierda, encima de su rodilla, parece sostener el cetro con el remate floral sobre el pecho.
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