En esta imagen destaca la Fuente de Tláloc y, al fondo, el Cárcamo de Dolores. "Se trata de un estanque cuadrado, de 5 m de profundidad. En uno de sus lados está la boca del túnel –3.25 m de diámetro—y en otro las compuertas que habrán de regular la salida del agua hacia la ciudad. Para cubrir el estanque— y dejar, además, un signo conmemorativo en ese sitio— se ha construido un edificio de muy mediano valor arquitectónico: todo de concreto, con revestimiento de chapa de cantera, tiene 2 fachadas con pórtico y techumbre abovedada. Las gárgolas, en el exterior, y en el interior, las lámparas empotradas, son un recuerdo estilizado de las serpientes prehispánicas" (Tiempo, 20 de julio de 1951).