Este edificio constituye el único ejemplo material de iglesia palatina existente hasta el momento en el Reino Visigodo. En la habitación bautismal se encontró en 1946 el tesorillo de monedas de época visigoda. La nave central era el lugar destinado a los fieles, las personas bautizadas. Dos naves colaterales flanqueaban a la central y se comunicaban directamente con el transepto, de ellas la situada al norte tenía la función de sacristía.