Por su parte, la tercera policromía es contemporánea a las reformas del arzobispo Maximiliano de Austria durante 1606 y 1607. A esta fase corresponden, por ejemplo, los pigmentos que se conservan de los profetas y apóstoles de las columnas del arco central. Ante posibles deterioros, y para la conservación del Pórtico de la Gloria, se han tomado una serie de medidas preventivas básicas. Por un lado, es menester el constante manejo de las condiciones de humedad y temperatura, como también el control y limitación de personas que pueden acceder al espacio.