Escultura colosal militar romana, ataviada con coraza. Conserva el torso hasta las rodillas, faltándole cabeza y brazos. Lleva el paludamentum o manto sujeto en el hombro derecho por medio de una fíbula, de manera que cae en pliegues sobre el pecho, cubriendo parte de la coraza y recogiéndose sobre el hombro contrario. La coraza se adorna con dos grifos afrontados, con alas, cuerpos felinos, largos cuellos y cabezas cornudas de rasgos leoninos, levantando una de las patas para tocar un nudo del vástago vegetal que sirve de eje de simetría. El borde inferior de la coraza dibuja y sigue la línea del bajo vientre, describiendo una amplia curva en la que se desarrolla una palmeta hacia abajo y un par de hojas de acanto vistas de plano y cuyo periciclo coincide con el hoyo umbilical que hace de centro de la composición. De él brotan dos caulículos que se desenvuelven en roleos y decoran la parte baja de la lóriga, por ambos lados, y hacia arriba el vástago vertical que separa los grifos antes descritos. Bajo la coraza aparece una túnica de pliegues menudos, ceñidos al cuerpo, semicirculares en la parte delantera y cayendo verticales a partir de los costados.
La escultura se halló en la zona del Foro de Corduba. La investigación la propone como una representación de Eneas en su huída de Troya, o una representacion de Rómulo, a imagen de las representaciones del Foro de Augusto en Roma. Se adscribe a época Julio-Claudia (primera mitad del siglo I), relacionándose con el uso político de la imagen por parte del emperador Augusto. Se trata de una obra de gran calidad técnica y de importante significacion para la Córdoba romana.
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