Torso de atleta

Torso masculino desnudo carente de piernas desde la zona media del muslo derecho y del tercio superior del muslo izquierdo. Carece igualmente de los brazos y la cabeza, aunque es visible el hombro izquierdo. La figura estaría en reposo, apoyando el peso del cuerpo sobre la pierna derecha, contando con un elemento externo de apoyo del que permanece el tacón colocado lateralmente en el glúteo izquierdo. La posición elevada del hombro derecho y la dirección de lo que queda del brazo sugieren un suave giro de eje corporal. Los restos de la pierna izquierda avanzan hacia delante, mientras la derecha actúa recogiendo el peso del cuerpo. El brazo izquierdo estaría vertical, como indica la posición del hombro y de lo que queda del brazo, hacia la espalda. 
La posición de la figura y el suave tratamiento anatómico parecen indicar que posiblemente nos encontramos ante una variante de época adrianea carente del tamaño colosal y la musculatura pesada de otros periodos. Ello nos permite datarla en el S. II de nuestra era. También parece reflejar la tradición del barroco helenístico en el tono del modelado y en el tratamiento del vello púbico. Presenta moño o recogido en la parte inferior de la cabeza, que recuerda al peinado denominado cróbylos. En Hispania hubo una gran profusión de esculturas ideales que decoraban edificios privados y públicos. Éstas solían inspirarse en originales griegos, cuya cronología abarca desde el período arcaico hasta el tardohelenístico. Otras, por cuestiones de modas o deseos del comitente, eran piezas con una composición ecléctica que amalgama diversas épocas del arte griego o simplemente se inspira en un prototipo griego al que reinterpreta. Dentro de la escultura ideal de Hispania predominan las representaciones de divinidades del panteón greco romano. Se conocen imágenes de prácticamente todos los dioses del panteón aunque hay una preferencia por Venus, Diana, Apolo, y principalmente Baco y los personajes de su cortejo, como faunos, silenos, sátiros, etc.