En 1964 Manuel Ángeles Ortiz inició su serie en la que rinde Homenaje a El Greco. Sentía especial admiración por el cuadro del Entierro del Conde de Orgaz, el cual le sirvió de inspiración.La serie se fundamenta en la interpretación geométrica del cuadro de El Greco sobre el que va realizando estudios y variaciones. En este proceso de análisis sintetiza las masas de la composición original en formas geométricas simples a base de rectángulos y triángulos superpuestos que vienen a corresponder con la estructura básica del entierro, de tal forma que se distinguen, al igual que sucede en aquél, dos ámbitos: el terrenal y el celestial. El primero está centrado por un cuadrado al que ha reducido el grupo central flanqueado por esbeltos rectángulos verticales que se identifican con los volúmenes de los personajes que presencian la escena. En el ámbito superior las formas se reducen de tamaño como sucede en el original que obedece a las leyes de la perspectiva.Las dos líneas diagonales que partiendo de los ángulos superiores confluyen en el centro del cuadro, convertidas en nuestra obra en los ejes sobre los que se construye el espacio pictórico, hacen alusión directa a las líneas de fuga del lienzo de El Greco.Esta serie supuso el mayor esfuerzo de Manuel Ángeles en el camino iniciado hacia la simplificación de las formas. Los resultados que obtuvo en este proceso de análisis y síntesis sitúan su obra en la abstracción geométrica.
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