Esta obra sin título sigue los lineamientos temáticos y estilísticos ya expresados por Jorge de la Vega en otras piezas del mismo período, como "Rompecabezas" (1969), fuertemente influenciados por la sensibilidad pop y los medios masivos de comunicación; pero tiene la particularidad de haber quedado inconclusa debido a la temprana muerte del artista en 1971. Fue realizada por encargo de un coleccionista privado, quien en primera instancia le pidió a De la Vega que hiciera un mural para el interior de su vivienda. La com- posición presenta una serie de rostros, cuyos contornos negros de líneas firmes –aunque apenas esbozadas– contrastan con el fondo blanco de la tela. Aparecen acompañados y vinculados entre sí por distintos alimentos y productos comestibles retratados con extremo detalle en colores estridentes. Se trata de figuras caricaturizadas, que en algunos casos incorporan formas onduladas que las distorsionan y en otros halos de color que, en el caso de la persona con gafas a la derecha del cuadro, recuerdan los efectos tridimensionales en boga en la época. De la Vega retoma así el ambiente lisérgico y cargado de ironía que es característico de su producción tardía.