Como resultado, la población de cerdos de la raza Ibérica en México se rezagó al punto de caer casi en extinción. Piaras de estos cerdos se diseminaron en rancherías de regiones tropicales y remotas del sureste mexicano. Dadas las condiciones precarias y por la selección natural, la raza se volvió muy resistente a las enfermedades e inclemencias del tiempo. Este tipo de cerdos se conoce como Cerdo Pelón Mexicano, se consideran como los descendientes directos del cerdo ibérico Negro Lampiño que llegó a América. Actualmente, a la raza se le considera en peligro de extinción.