La vida del Virreinato de la Nueva España se regía internamente desde los edificios que formaban el entorno de la plaza mayor de la Ciudad de México: el Palacio Virreinal, el Ayuntamiento, la Casa de Moneda, la Universidad y la Catedral. El Palacio, además de ser sede del virrey, "alter ego" del monarca, incluía en su interior numerosas dependencias oficiales. De hecho, era el centro neurálgico del poder virreinal. La representación en las cinco tablas de la derecha de este biombo se corresponde con las características generales del edificio antes del tumulto de 1692, durante el cual acabó incendiándose. Frente a su fachada se encontraba el mercado más importante de la ciudad, que después recibiría el nombre de El Parián, en recuerdo del mismo lugar en Manila, de donde llegaban muchas de las mercancías que se vendían en él. En sus puestos se vendían todo tipo de productos y utensilios, así como las abundantes provisiones que abastecían la ciudad. En los tres paneles restantes se presenta, de forma incompleta, una vista del paseo de la Alameda de la misma ciudad. Con esta obra se ofrece una visión de la sociedad virreinal y del papel desempeñado por sus diferentes miembros. La clase gobernante está representada por españoles y criollos que se mueven en el mundo oficial y del ocio, visitan el palacio o pasean por la Alameda. Por otro lado, mestizos, mulatos e indígenas se dedican fundamentalmente a labores de servicio y de mercadeo.
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